El Atlético renuncia a pelear por la Liga
Lamentable partido del equipo en Las Palmas, que ganó con un gol en el descuento
Julián falló un gol hecho en la primera parte y acabó siendo sustituido
A diez puntos del Barcelona con 18 en juego sólo queda aspirar al subcampeonato


El Atlético renuncia a pelear por la Liga tras su último fiasco, ahora en Las Palmas, donde mostró una indolencia impropia de un presunto aspirante al Campeonato y acabó perdiendo con un gol en el descuento. A 10 puntos del líder, con sólo 18 por disputarse, el único objetivo plausible es el segundo puesto, aunque, tras lo visto en el estadio de Gran Canaria, esta plantilla no da para más que para un puesto en la Champions, y no sólo por la evidente falta de calidad en algunas posiciones, sino también por la actitud que demuestran los jugadores en esta agónica segunda vuelta.
El Atlético fue un verdadero horror en la primera parte. Nervioso en defensa, sin transición en medio campo y aislado en ataque. Las Palmas acaparó el balón y el dominio, pero no hay nada más caprichoso que el fútbol de alta competición y pese a su empanada mental fue el equipo de Simeone el que disfrutó de las dos ocasiones más claras del acto inicial, la primera clamorosa, a cargo de Julián, que remató a boca de gol un pase de Giuliano. Parecía imposible que el balón no acabara dentro de la portería, pero de algún lugar recóndito surgió la mano del portero croata Dinko Horkas para obrar un verdadero milagro.
Horkas, espectador privilegiado del partido en los 35 primeros minutos, fue un valladar en la recta final porque no sólo se interpuso al remate de la araña, sino poco después a un cabezazo de Sorloth, de nuevo a centro desde la banda del Cholito. Simeone agitó la mano en la banda, incrédulo ante lo que estaba viendo y desconsolado ante la evidencia de la falta de puntería de sus jugadores.
En el otro área Las Palmas amenazó mucho, pero no acabó nada. Su mejor opción fue un cabezazo blando del central Álex Suárez a las manos de Oblak y un disparo lejano de Essugo que no cogió portería. Tiene jugadores de mucho talento el equipo de Diego Martínez, muy superiores a la media de lo que se encuentra por la zona baja, pero sin remate no hay paraíso y eso es lo que le está pasando esta temporada, en zona de descenso a estas alturas del Campeonato.
Trece minutos soportó Simeone que la segunda parte siguiera por los mismos derroteros que la primera. Koke y Gallagher se fueron al banquillo para que entraran De Paul y Riquelme, al que el Cholo premió por su buen final de partido de la pasada jornada ante el Valladolid. Con apenas media hora por delante el Atlético le empezó a ver de verdad las orejas al lobo. Hasta tal punto estaba preocupado el banquillo que ordenó de inmediato las dos siguientes sustituciones: Azpilicueta relevó a Galán, castigado por su tarjeta amarilla, y Griezmann envió a la suplencia a Julián, tras una de sus actuaciones más grises con la camiseta rojiblanca.
No le mejoró en absoluto Antoine, que sólo aportó al partido un cabezazo desviado en la jugada previa al último cambio que intentó Simeone, el de Correa por Sorloth, que volvió a dejar en evidencia que está muy lejos de poder aspirar a ser el delantero centro titular del Atlético de Madrid. El relevo, por cierto, fue también toda una declaración de intenciones, ya que a pesar de que el empate no tenía ni la menor utilidad se jugó la recta final sin delantero centro. y el resultado, por supuesto, fue una derrota vergonzosa a última hora con un gol de Javi Muñoz en el descuento que inicialmente anuló el árbitro, pero que acabó concediendo el VAR porque el balón había tocado en la bota de Giménez. Un ridículo histórico. Uno más.